Los vinos ecológicos han ganado popularidad en los últimos años debido a su compromiso con la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Además de ser una opción de consumo responsable, los vinos ecológicos también ofrecen beneficios para la salud. En este artículo, explicaremos los beneficios medioambientales y de salud asociados con el consumo de vinos ecológicos y de baja intervención.

Beneficios medioambientales de los vinos ecológicos:

Agricultura sostenible y biodiversidad:

Una de las principales características de los vinos procedentes de un cuidado ecológico de los viñedos es su enfoque en la agricultura sostenible, con una visión más holística e integrada en el paisaje de las viñas que aplican técnicas de la permacultura, la biodinámica o los procesos regenerativos del suelo. Los productores de vino natural y de cultivo ecológico adoptan prácticas que protegen y conservan la biodiversidad, como el uso de cubiertas o mantos vegetales que reducen las intervenciones mecánicas (menor huella de carbono), previene la erosión del suelo, el uso de herbicidas y el riesgo de enfermedades fúngicas, plagas, además de incrementar la fertilidad del suelo (“abonos verdes”) y una mayor captura de carbono. También mejora la calidad del suelo en materia orgánica, la actividad biológica, el ciclo de nutrientes y a afrontar los problemas derivados del cambio climático, la maduración temprana de las uvas y los episodios de sequía cada vez más recurrentes. Todas estas prácticas fomentan la preservación del ecosistema y la vida silvestre, promoviendo un entorno más equilibrado y saludable, evitando la erosión del suelo y reduciendo el uso de fitosanitarios.

Menor uso de productos químicos sintéticos y pesticidas:

En lo que concierne al cultivo de la viña, los vinos ecológicos se producen con una regulación más estricta a la convencional en el uso de pesticidas, herbicidas y fungicidas sintéticos, lo que reduce la exposición a sustancias químicas tóxicas tanto para los trabajadores agrícolas como para el medio ambiente o el consumidor final. Esto también disminuye la contaminación del agua y del suelo y previene la acumulación de productos químicos nocivos en los ecosistemas.

Como concepto, los vinos ecológicos, estén o no certificados, aplican un modelo de agricultura respetuosa con el medio que requiere un trabajo de escucha y tiempo. Cada viticultor conoce mejor que nadie sus tierras y sus viñedos y necesitan tiempo para comprenderse ya que cada terroir es único y diferente. En este proceso lento de escucha y observación no usan abonos químicos ni herbicidas.

Sin embargo, si nos centramos en las certificaciones y las regulaciones, la biodinámica (Demeter) es aún más estricta que la certificación ecológica ya que la propia actividad nutre el cultivo sin elementos externos ni artificiales, se basa en  la integridad total de la finca y la intervención con fitosanitarios se hace a base de preparados biodinámicos, elaborados con de plantas que se transforman mediante procesos que ponen en relación el reino animal, la tierra y el calendario biodinámico.

 

Desde GW nos gusta acercarnos a cada productor de forma individual y empaparnos de su filosofía. Nuestra selección es el resultado de un trabajo respetuoso y ecológico de la viña por parte de los productores y la confianza de un control analítico de laboratorio que nos garantiza la ausencia de derivados de abonos y pesticidas sintéticos.

Menor huella de carbono:

Muchos de los productores de vino ecológico, biodinámico y natural  también se centran en reducir su huella de carbono mediante la adopción de prácticas como la anteriormente mencionada cubierta vegetal, el uso de arado con tracción animal o el pastoreo por el viñedo que reduce el uso de maquinaria agrícola. También emplean cada vez más bodegas el uso de fuentes de energía renovable. Al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, este tipo de prácticas ayudan a combatir el cambio climático.

Beneficios para la salud de los vinos Naturales o de baja intervención:

Menos sulfitos y químicos:

Los vinos ecológicos suelen contener menos aditivos que los vinos convencionales: En el artículo anterior citamos las diferencias en la cantidad de aditivos permitidos en la vinificación natural comparándola con la permitida en la regulación ecológica y la biodinámica y adjuntamos las fuentes de cada organismo regulador.

Los vinos naturales se elaboran con uva como único ingrediente, sin usar levaduras creadas en laboratorios e interviniendo lo menos posible en todos los procesos. Por ello este tipo de vinos no admiten aditivos, conservantes, colorantes o químicos sintéticos en el vino sindo la opción más saludable.

En cuanto a la cantidad máxima de sulfitos permitidos no hay una gran diferencia entre un vino ecológico y uno convencional. Sin embargo, cuando se trata de vino natural la diferencia es sustancial, pasando de 150 mg/l para los vino convencionales a los 0,10mg/l.  La regulación europea obliga a todos los vinos a añadir en su etiqueta la advertencia “Contiene sulfitos” cuando estos superan la cantidad de 0,10mg/l.

Todas estas características hacen que los vinos naturales o de baja intervención sean muy atractivos para personas con alergias, intolerancias o sensibles a los sulfitos. Además de dotar a estos vinos de un consumo más sano y placentero para todos los públicos.

Mayor contenido de antioxidantes

Algunos estudios sugieren que los vinos ecológicos pueden tener un mayor contenido de antioxidantes, más polifenoles y  más taninos en comparación con los vinos convencionales. Estos antioxidantes son conocidos por sus beneficios para la salud, incluida la protección contra enfermedades cardíacas y el envejecimiento prematuro.

 

Conclusión

Los vinos de agricultura ecológica y vinificación natural ofrecen numerosos beneficios tanto para el medio ambiente como para la salud. Al adoptar prácticas sostenibles y reducir el uso de productos químicos, estos vinos protegen la biodiversidad y disminuyen la contaminación ambiental. Además, al no contener sulfitos añadidos y tener potencialmente más antioxidantes, los vinos naturales pueden ser una opción más saludable para los consumidores.

El consumo de estos vinos, en cierto modo nos plantea un acto de reflexión o de reivindicación sobre el modelo alimentario que queremos como sociedad o que significado cultural le queremos dar al vino. Cada vez se hace más evidente la importancia de la gestión del paisaje y de la agricultura en nuestras vidas, ya sea en entornos rurales como en zonas periurbanas o en la misma ciudad. La herencia cultural de los últimos sesenta años nos hace pensar en si queremos seguir consumiendo un vino uniforme creado para satisfacer la estandarización de los sabores o por el contrario sabremos reencontrar la identidad de cada parcela y de cada variedad de un vino la personalidad que lo hace único permitiéndole exprese sin necesidad de corregirlo con aditivos, sulfitos y técnicas de laboratorio.

En The Green Wine Philosophy, estamos comprometidos con la cultura del vino natural y el cultivo ecológico o biodinámico que respeta el medio ambiente y la salud de todos. Algunos de nuestros vinos biodinámicos más destacados son el Argile Blanc 2018, y el Hüpnos 2018.

¡Te invitamos a explorar nuestra lista de vinos cuidadosamente seleccionada para disfrutar del placer más saludable y hedonista de un buen vino!

Quería acabar este artículo con una frase que me dijo la semana pasada Amós Bañeres que considero que expresa muy bien el valor de la ecología:

“…En la viña no existe nada malo por sí mismo, a veces hay algo que puede dañar el viñedo pero tienes que proporcionar un balance entre la naturaleza y los racimos que quieres recoger de forma que todo funcione conjuntamente. Es una forma de no luchar en contra de la naturaleza, sino de trabajar con la naturaleza.”